18 febrero, 2011

Del poemario EL TINTE SOBRE EL CRISTAL

Fotografía del autor


Uno de los seguidores de este blog, me pidió que le mandase algo que hubiese escrito en mi adolescencia. Aunque tengo cosas muchísimo más antiguas, no me atrevo a mostrarlas pues no tienen ningún tipo de interés. Este poemario primerizo está influenciado por el dadaismo y tiene también multitud de caligramas. Repito que es excesivamente primerizo y, por lo tanto, no sé si tiene más valor que el sentimental.



II

tal vez los cisnes de Dalí
sean realmente elefantes reflejados en el agua
cómo se va a imaginar un pez
que aquéllos no son elefantes
que ridículo pensar lo contrario diría el pez
y por qué no podemos carecer de rostro
como un personaje de De Chiricco
quién sabe si no nos lo presta
un juego de luces y sombras tal vez la realidad
no sea más que la superposición
de varios aspectos de un mismo objeto
como lo veían los cubistas
un millón de alternativas
un millón de realidades
una mano podría ser un abanico
un abanico una concha estriada
la concha un zapato del cuarenta y tres con forma de concha   


IV

me resulta tremendamente dificultoso
andar con mis pies de corcho
en particular por un río o por el mar
porque estos salen a flote
a pesar del peso de mi cuerpo
y mi cabeza queda en el fondo
como el ancla de un barco
y un pez se aproxima e intenta hacerme el boca a boca
hasta que se va detrás del cebo del pescador
pero por fin consigo respirar
por los poros de mis pies
y el nenúfar que está a mi lado
me saluda amistosamente


IX

el personaje suicida de mi sueño
quiere que yo despierte
pero continúo con mi dulce pesadilla
porque soy un sádico
tal vez cuando duerma
en un ataúd
bajo varios metros de tierra seca
mi personaje vengativo
me persiga
con un despertador en la mano


XI

no sé a quién me recuerda este espejo 
se me muestra el rostro de un hombre extraño
un día lo vi en las claras aguas de un río otro día
su imagen nació en las pupilas de mi amada los movimientos
del hombre eran iguales en ambos ojos
como el de las marionetas guiadas
por los mismos hilos era espantoso me seguía a todas partes
creí hallarme hechizado
estaba en las copas y era imposible beber estaba en las ventanas suelos pulidos armarios barnizados
y cuando me arranqué los ojos
llegó la explicación que tanto ansiaba
mi bastón es blanco largo ligero y se puede plegar


1 comentario:

  1. Está claro que la juventud no es impedimento para la calidad. Buenísimos poemas. Enhorabuena.

    ResponderEliminar