05 septiembre, 2010

¡Otra vez!

Las vacaciones han acabado para la mayoría pero el calor continúa. Vuelven la monotonía, los atascos circulatorios, la gente que se te cuela en las tiendas, las caras grises de jefes, personal y clientes... y casi todos estamos envueltos en ese síndrome post-vacacional que antaño ni siquiera se mencionaba. Vuelven los rostros ojerosos, la vista lacerada al ver que aún queda un largo año para el próximo asueto. En unos días todo permanecerá muy atrás olvidando pronto el reciente descanso, que quedará incrustado en nuestro recuerdo como un reflejo o un sueño del que despertaremos para volver al mundo real que tan ajeno nos parece.

Como dijo Raymond Roger: "El trabajo cansa. Eso prueba que el hombre no está hecho para trabajar". Tampoco le faltaba razón a Victor Hugo: "El trabajo endulza la vida; pero no a todos les gustan los dulces".

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